jueves, 11 de febrero de 2010

dichos y expresiones de origen biblico

dichos y expresiones de origen biblico

En una sociedad secularizada, como la nuestra, no solemos percatarnos de la influencia social y cultural que nos han ido dejando, como legado, las distintas religiones que históricamente han dejado su huella en nuestro suelo.

Hoy quiero poner de relieve la profunda huella que ha dejado la Biblia, el Libro de los libros, en nuestro lenguaje cotidiano con dichos y expresiones que utilizamos o leemos con cierta asiduidad. Muchas veces no sabemos que estos dichos y expresiones proceden del mundo bíblico. En entradas posteriores hablaremos de las referencias y aluasiones a la Biblia en el mundo del arte, la música o la literatura.

Es necesario que nuestros alumnos conozcan su procedencia y significado, enmarcándolo en el contexto del que salieron y del que adquieren su significado. Una forma adecuada de desarrollar en ellos la competencia lingüística desde nuestra área.
"Quien busca encuentra y al que llama se le abre" (Lc 11, 10-11)... y así buscando y buscando, encontré estas expresiones, que tienen que ser más y que espero que completéis y añadais, y aquí os las dejo:
·                   Adivina quién te dio ((Lc 22, 63-64)
·                   Al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios (Mt 22, 21)
·                   ¡Ángela María! (Lc 2, 26 ss)
·                   Antes que cante el gallo (Lc 22, 60)
·                   Becerro de oro (Ex 32, 1-6)
·                   Blanco como la nieve (Is 1, 18)
·                   Cada día tiene su afán (Mt 6, 34)
·                   Chivo expiatorio (Lv 16,10.20.22)
·                   Como cordero llevado al matadero (Is 53, 7)
·                   Como la burra de Balaám (Nm 22,21-30)
·                   Como maná caido del cielo (Ex 16,14)
·                   Dar coces contra el aguijón (Hch 26, 14)
·                   De menos nos hizo Dios (2 Mac 7,28; Gn 2, 7)
·                   De todo hay en la viña del Señor (Mt 20 1-7; 21, 28)
·                   Dios proveerá (Gn 22, 14; Mt 6, 31-33)
·                   Donde Cristo dio las tres voces (Mt 4, 4.7.10)
·                   El dinero es la causa de todos los males (1 Tim 6, 9)
·                   El principio del fin (Mt 24, 6-8)
·                   Echar margaritas a los cerdos (Mt 7,6)
·                   Echar sapos y culebras (Mc 9, 18)
·                   En Belén con los pastores (Lc 2, 8ss)
·                   En un abrir y cerrar de ojos ((1 Cor 15, 52)
·                   Es más fácil que un camello entre en el ojo de una aguja que… (Mt 19, 24)
·                   Estar hecho un adán (Gn3,8-10)
·                   Espada de doble filo (Prov 5,4)
·                   Esto es Babel (Gn 11,1-9)
·                   Ganarás el pan con el sudor de tu frente (Gn 3,19)
·                   Gigante con los pies de barro ((Dn 2,31-45)
·                   Hacer la pascua a alguien (Ex 11 4-5;12, 29)
·                   Hijo pródigo (Lc 15, 11)
·                   Juicio salomónico (1 Re 3,16-28)
·                   La costilla de adán (Gn2, 21-23)
·                   La niña de tus ojos (Prov 7,2)
·                   La sal de la tierra (Mt 5, 13)
·                   La verdad os hará libres (Jn 8,32)
·                   Lavarse las manos (Mt 27,24)
·                   Llorar como una magdalena (Lc 7, 38.44)
·                   Lobo con piel de cordero (Mt, 7, 15)
·                   Más falso que Judas (Mt 26 14-16.48-49)
·                   Más viejo que Matusalén (Gn 5, 21-27)
·                   Médico, cúrate a ti mismo (Lc 4,23)
·                   Mejor dar que recibir ((Hch 20, 34)
·                   Meterse a redentor (Rom 3, 24)
·                   Nadie es profeta en su tierra (Mt 13, 53-57)
·                   No hay nada nuevo bajo el sol (Eclesiales 1, 9)
·                   No juzguéis y no seréis juzgados (Mt 7, 1)
·                   No sólo de pan vive el hombre (Mt 4, 34)
·                   No tiene necesidad de médico los sanos (Mt 9, 12)
·                   Ojo por ojo, diente por diente (Ex 21, 24;Lc 65,38-39)
·                   Pasar las de Caín (Gn 4,11-14)
·                   Periodo de vacas flacas (Gn 41, 14)
·                   Polvo eres y en polvo te convertirás (Gn 3, 19)
·                   Poner la casa en orden (2 Re 20,1)
·                   Poner palabras en boca de otro (Jr 1,9)
·                   Poner piedras en el camino (Rom 14, 13)
·                   Por sus frutos los conocerán (Mt, 7,16)
·                   Prometer ríos de leche y miel (Dt 27, 3)
·                   Quien siembra vientos recoge tempestades (Os 8,7)
·                   Rasgarse las vestiduras (Mt 26, 65)
·                   Tener más paciencia que el santo Job (Sant 5, 11)
·                   Tirar la primera piedra (Jn 8, 1-11)
·                   Trampa saducea (Mt 5, 18)
·                   Sacudirse el polvo de las sandalias (Lc 10, 10-12)
·                   Sembrar cizaña (Mt 13, 24-30)
·                   Sepulcro blanqueado (Mt 23, 27-28)
·                   Ser el benjamín (Gn 35, 18.24)
·                   Ser un cireneo (Mt 27,32)
·                   Ser un Judas (Mt 26 14-16.48-49)
·                   Si no lo veo, no lo creo ( Jn 20, 25)
·                   Sin faltar una jota ( Mt 5, 18)
·                   Sol de justicia (Ma 4, 2)
·                   Un leopardo no puede cambiar sus manchas (Jr 13, 23)
·                   Vanidad de vanidades. Todo vanidad (Eclesiastés 1,2)
·                   Venderse por 30 monedas (Mt, 26,16)
·                   Venderse por un plato de lentejas (Gn 25, 29-33)
·                   Ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio (Mt 7, 3-5)
·                   Ver los cielos abiertos (Hch 7, 56)





"Y DIOS DIJO
Hubo mucha gente, de esa que siempre dice “si no lo veo no lo creo”, que el 11 de septiembre tampoco creyeron lo que estaban viendo. Y mientras los norteamericanos se rasgaban las vestiduras o lloraban como magdalenas, aquí, en España, empezamos a temer que se iba a liar la de Dios es Cristo, porque el tío Sam es especialista en eso de armar belenes; y aunque no supieran ni jota de lo que se traían entre manos, se sospechaba que en menos que canta un gallo se iba a declarar la guerra.
El problema era que, claro, nadie iba a reivindicar lo de los avioncitos, así que ¡adivina quién te dio! Por supuesto que a los estadounidenses eso tampoco les importaba demasiado. Ellos no necesitaban someterse a un juicio salomónico, porque tenían la razón del ojo por ojo, diente por diente de su parte, así que estaban asistidos por el beneplácito internacional para hacerle la pascua a quién quisieran. Encontraron el perfecto chivo expiatorio en Afganistán, que está allí donde Cristo pegó las tres voces, y no lo escuchó nadie; así que nos soltaron a nosotros, la audiencia internacional, un rollo macabeo sobre seguridad mundial, y allá fueron los bombarderos, a cargarse al nuevo Satán, que lleva los cuernos escondidos bajo el turbante.
Claro que, afortunadamente, los estadounidenses, en buena parte, predicaron en el desierto, porque por estos lares nunca nos han gustado demasiado: incluso había gente más contenta que unas pascuas, y que criticaba la intervención estadounidense en Afganistán diciendo que Bush ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio (o sea, en el de su padre), y que quién siembra vientos recoge tempestades.
Sin embargo, como de todo hay en la viña del Señor, a nuestros prohombres nacionales les sonó a música celestial eso de la lucha internacional contra el terrorismo, y vieron el cielo abierto ante la posibilidad de que nos ayudaran a superar nuestro Calvario particular, así que en lugar de lavarse las manos, en un santiamén ofrecieron la colaboración de las fuerzas armadas españolas, en plan cireneo. Lo que pasa es que los americanos, después de quejarse como Jeremías, han pensado que ya hay bastante gente implicada en la guerra, y que si se mete más el alto mando va a ser un Babel."

No hay comentarios:

Publicar un comentario